A diferencia de los transformadores de tipo líquido que dependen de otros materiales como aceite y fuego para funcionar, un transformador seco funciona mediante el cambio de tensión. Por lo tanto, al trabajar con estos tipos de transformadores es el aire el que se enfría, no el líquido como ocurre con otros tipos. Simplemente debe colocar el transformador seco en una habitación bien ventilada para que las bobinas se enfríen con facilidad.
Al utilizar un transformador de tipo seco, no es necesario colocarlo dentro de cámaras resistentes al fuego ni colectores de derrames, como sería necesario con transformadores líquidos convencionales. Además, no emiten ningún gas nocivo, por lo tanto son respetuosos con el medio ambiente, incluso para instalaciones interiores.